domingo, 26 de abril de 2009

¿Qué caminos conducen a Roma?



Por estos días el mundo del futbol es dominado por los equipos ingleses sumado a la cuota de los equipos españoles. Con una diferencia de ocho días, vimos los dos mejores partidos en lo que va del año. Nada de futbol defensivo: cuatro goles para cada equipo, en los dos casos un empate que hace feliz a cualquier espectador imparcial y deja a los hinchas masticando la desazón de la alegría pasajera que debe ser reprimida.

Primero fue por Liga de Campeones: Liverpool y Chelsea disputaban un cupo a semifinal en el estadio del Chelsea. En el partido de ida en Anfield se había impuesto el equipo del magnate Roman Abramovich con un marcador de 1-3 que dejaba mal parado a los rojos. Pero en la vuelta el Liverpool empezó descontando muy temprano con un gol de Fabio Aurelio de tiro libre en el que fue cómplice Petr Cech, el portero de los Blues. Pocos minutos después en el cobro de un penal, tras falta de Ivanovic, fue Xavi Alonso quien puso a celebrar al Liverpool un empate que no era suficiente para clasificar pero dejaba a su equipo a un gol de la hazaña. Liverpool hacia ver fácil lo difícil, en media hora revertía la adversidad para dejar la serie empatada como visitante y bajo ese panorama llegó el final del primer episodio. En el segundo tiempo reaccionó el Chelsea en pocos minutos. El primer gol apareció en una jugada donde Drogba, punteando el balón lanzado por Anelka desde la línea lateral, logró desubicar a Pepe Reina y el balón se fue al fondo de la red. Después llegó el tiro libre de Alex, con un remate que recordó los mejores días de su compatriota Roberto Carlos y que resultó imposible de detener. Parecía que ese gol iba a ser definitivo para sepultar las aspiraciones del Liverpool, más aún cuando en una jugada colectiva del Chelsea los defensas rivales se quedaron viendo como desbordó Drogba y le dejó servido el gol a Lampard que casi nunca perdona. Cuando todo está en su contra el Liverpool le da sentido al himno que retumba en Anfield cada que juega de local, el espíritu del You never walk alone se manifestó en una jugada aislada; gol de Lucas en un remate libre de toda culpa que chocó en el cuerpo de un defensa y se metió al arco, despacio, mientras Cech caído de rodillas y a contrapierna vio que era imposible reaccionar a tiempo. Con la misma determinación y heroísmo que se recuperaron de un 3-0 frente al Milán, en la final del 2005, los de Liverpool se lanzaron con furia a la búsqueda de un gol más y lo consiguieron con un cabezazo contundente de Kuyt. En ese punto el partido se puso 4-3 y solo era necesario un gol del Liverpool para sellar la clasificación pero otra cosa decidio Lampard al concretar, una vez más, una jugada colectiva; esta vez con un remate desde el borde del área que dio en uno de los palos y se fue al fondo. Historia cerrada. El Liverpool tendrá que pensar exclusivamente en la Liga Premier y el Chelsea visitará en la primera semifinal de Liga de Campeones al Barcelona dirigido por Pep Guardiola.

Después fue en una jornada pendiente de la Liga Premier: Liverpool y Arsenal en un partido de puro vértigo que para los de Londres representaba la posibilidad de clasificar a la Champions y al equipo rojo de la ciudad de los Beatles los dejaba o no encaminados hacia un titulo que se disputa con el Manchester United. Manchester lleva una ligera ventaja de 3 puntos y un partido menos, en 33 partidos de Liga. En el enfrentamiento entre el segundo y el cuarto en la tabla de posiciones, Arsenal dio muestras de tener la artillería a pleno funcionamiento cuando su jugador más reciente, Andrey Arshavin, encontró la vía más certera al gol. Arshavin señaló el 1-0 gracias a un error en defensa, la celebración no fue otra que callar a los hinchas de su propio equipo como reacción a los insultos que le venían lanzando. Liverpool respondió con un cabezazo del Niño, Fernando Torres, que igualó el marcador. Más tarde, en una jugada en el área chica apareció la cabeza de Benayoun para dejar en ventaja al Liverpool. La respuesta no se hizo esperar mucho, fue con un remate de larga distancia de Arshavin, el gol más bonito del duelo, adornado en la repetición en cámara lenta por la curva hacia afuera del balón. Como suele suceder, el gol lo hizo ver mejor la estirada del portero frente a esa curva imposible de atrapar, curva suficiente para acomodarse al lado del poste y otra vez Arsha mandó a callar a sus hinchas. Un rato después el que tomó ventaja en las acciones fue el Arsenal; Carragher tiene dudas en el área y en su lamentable intento de despejar, le deja el balón… ¿a quién? Al ruso que vemos correr con tres dedos levantados, y ahora sí, demostrando esa alegría inexplicable de encajar el balón en el arco rival, para él ya no es necesario seguir descargando la ira de antes. Liverpool se va al ataque, en uno de sus intentos queda un rebote fuera del área y el que aprovecha es el Niño Torres. Arsenal se mantuvo en la lucha, como el boxeador que sigue en pie después de recibir los mejores golpes, decidido a ganar de contraataque. Theo Walcot en una carrera que inicia antes de la mitad de cancha le dejó el balón a Arsha al borde del área. El ruso vio a Pepe Reina apurándolo a pocos metros pero no necesitó levantar la vista del balón para clavarla al ángulo. A pocos minutos del final, en una jugada que no reaccionó bien el arquero del Arsenal, la pelota quedó flotando en el área chica para que Yossi Benayoun la empuje al fondo. El resultado final de 4-4 le sirvió un poco más a los intereses del Arsenal y complicó las cosas para el Liverpool, pero el verdadero beneficiado fue el Manchester United y el espectador del común.

En el balance de los últimos meses queda consignado que el Liverpool es uno de los mejores equipos del continente. Ninguno de sus rivales lo ha superado en dinámica, el mediocampo se destaca por lo bien acoplado que se le ve tanto en defensa como en ataque. El hecho de que no esté entre los cuatro semifinalistas, debido tal vez a la falta de una dosis de suerte, resulta injusto si tenemos en cuenta como le ha ido enfrentando a los semifinalistas. Hace dos semanas se las tuvo que ver con un Manchester United firme en el liderato y lo derrotó 4-1, después vendrían los duelos con Chelsea y Arsenal donde la igualdad de fuerzas fue evidente. La realidad del Arsenal es otra, con un proceso de varios años liderado por Arsene Wenger el club ha apostado a la juventud y el buen manejo del balón. El resultado es un plantel con un promedio de edad de 24 años, que da espectáculo y buenos resultados. Puede parecer que estar entre los cuatro mejores y tener casi asegurado un lugar en la próxima competición ya es bastante meritorio para éste equipo, eso le resta presión en el duelo frente a Manchester; siendo así, alguna sorpresa puede dar de la mano de Fabregas y Adebayor, claro que eso está por verse.

Lo que se viene

Empieza la semana de las semifinales, no es momento para sacar conclusiones, pero por lo visto hasta ahora los que mejor han jugado son el Barcelona y el Liverpool. El Liverpool puede quedarse sin títulos este año pero su nivel futbolístico ha sido altísimo. El caso del Barcelona merece capítulo aparte, para resumir basta con decir que la magia de los enanos ha quebrado records impensados y el mejor complemento para el buen juego de sus volantes ha dependido de la efectividad de Eto’o y Henry; aún cuando ellos fallan algún día, la salvación está ahí, en el talento de la pulga Messi. El reto ahora es mantener el buen rendimiento en los momentos decisivos, precisamente cuando el Real Madrid le ha descontado puntos en la Liga y se viene el Derby español. Por la Liga de Campeones el Chelsea no será un rival fácil pero Barça viene como favorito. Chelsea apoya sus intenciones de obtener el campeonato en la solidez defensiva, jugadores aguerridos y la fuerza ofensiva de Didier Drogba, un tren acostumbrado a luchar él solo contra los defensas. Con la experiencia acumulada en semifinales y una final que se le escapó en penales hace un año, el equipo dirigido por Guus Hiddink luchará con fiereza en un duelo con buenos antecedentes recientes.

El martes empieza a definirse la historia entre Barcelona y Chelsea en Camp Nou y el miércoles el Manchester en su estadio recibe al Arsenal. Los resultados y el buen juego demuestran el poder ofensivo del actual campeón, que va en busca del doblete y no sería raro que lo consiguiera, a partir del talento de Cristiano Ronaldo, Rooney y Tevez; como si eso fuera poco, resulta muy dificil hacerle gol al equipo de Ferguson. En este partido hay al menos dos bajas notables por el lado del Arsenal: Robin van Persie, por lesión, y Andrey Arshavin, que no está inscrito porque disputó la primera fase del torneo con el Zenit. Arshavin, la joya rusa que negociaron durante casi 6 meses, es ese caso sorprendente del jugador que cuando se despierta de buenos ánimos se lleva por delante a un batallón completo, sus remates tienen la precisión de un misil inteligente. (¿?). Bueno… eso siempre y cuando decidamos creerles a los tecnólogos de la industria militar. Las avanzadas militares norteamericanas en el Golfo Pérsico con George Bush padre y unos años más tarde con Bill Clinton y Bush hijo (dp) en Irak y Afganistan dieron abundantes ejemplos de que los misiles casi nunca dan en el blanco preciso. La precisión en el caso de Arshavin está fuera de toda sospecha, su coordinación entre ojo y pie parece superar las posibilidades humanas, casi como un robot, y si al frente está el Liverpool esa precisión se multiplica por cuatro.

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