martes, 26 de mayo de 2009

Preliminaires





Manchester contra Barcelona, dos camisetas conocidas en todo el mundo, dos ciudades paralizadas. El duelo esperado por todos, final inédita y, en el medio, muchas historias entrelazadas. Entre los dos apenas suman cinco campeonatos de Champions League; muy poco para tanto brillo. Media Europa hace sus apuestas y nadie permanece indiferente, el alcalde de Roma manifestó su favoritismo hacia el Barca. El suizo Massimo Busacca será el árbitro en la final de Roma. Conveniente ser suizo para vivir un momento así. En un extremo el viejo escocés Sir Alex Ferguson. De su etapa como futbolista no hay mucho que contar, como técnico al contrario la lista de títulos y records es bien extensa: campeón varias veces en su país con el Aberdeen, incluidos éxitos a nivel europeo, llegó al Manchester United en 1986 - un muy mal año para el club, con amenaza de descenso a cuestas - para no irse nunca más. Veintidós años, treinta y dos títulos y más de mil partidos después no hay ningún técnico en Inglaterra más ganador que él. Cumpliendo al pie de la letra el estereotipo del profeta en tierra ajena, ahora el objetivo es repetir el éxito a nivel de Europa conseguido hace un año en Moscú. En el otro extremo el joven catalán Josep Guardiola. Pep: símbolo y mito. Cuando era futbolista se convirtió en el consentido de la afición barcelonista, liderando un mediocampo al que nunca le faltaron las grandes figuras traídas de otros países. Pep era el referente de identidad catalana en una región en la que el futbol siempre ha tenido un ingrediente político especial. Desde muy temprano se impuso su futbol elegante en un equipo de ensueño dirigido por Johan Cruyff, como capitán vivió los mejores y peores momentos de la década del 90, hasta abandonar el club en el año 2001, tras redondear diez años de buen trato al balón. Como director técnico solo le ha bastado un año para superar el record de partidos ganados por el Dream Team de Cruyff, y bueno… ese record no significaría nada si no fuera porque además se aseguro La Liga de España y La Copa del rey. La mejor postal de lo que significa Pep para el barcelonismo es una foto de su época como recogebolas; el Pichi Alonso, la figura del momento, celebraba el paso a la final de la Copa Europea de Clubes y de su cuello se había colgado Pep, el muchachito de 13 años.

El enfrentamiento de los técnicos no es el único que concentra la atención, ni siquiera es el más espectacular. La televisión le ha dado mucho despliegue al duelo de Messi con Cristiano Ronaldo, por obvias razones. Los dos mejores jugadores del momento enfrentándose en una final, no puede haber mejor manera de definir el premio al mejor del año, con seis meses de antelación. Momento de consagración, día decisivo, para españoles o para ingleses, para el argentino de gambetas imparables o para el portugués de zancadas llenas de vértigo.

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